martes, 5 de julio de 2011

Armada y peligrosa / Con los japoneses lo imposible es fácil

Hoy en nuestro blog les traemos dos anécdotas de una misma colega:


Sí, es verdad, yo estuve en la cárcel… les cuento… en una oportunidad tuve que ir a La Planta a traducir… y en la entrada,  el guardia, cumpliendo con su obligación,  me preguntó:
_ ¿Arma de fuego?
Y yo le respondí.
_Por supuesto.
A lo que él replicó:
_Entregue el arma ciudadana.
Yo dije:
_No puedo.
_¿Por qué?
_Porque es mi lengua y yo soy la intérprete…
A la salida, con una sonrisa, el mismo guardia me dijo:
_Lleva el arma, ¿verdad?

Con los japoneses lo imposible es fácil.
En una oportunidad el gobierno venezolano trajo a dos oradores japoneses a dictar conferencias de Productividad.  Resulta que uno de los dos oradores no hablaba ni una sola palabra de inglés.  En esa oportunidad yo era una de las intérpretes. No podía permitir el fracaso de la conferencia ni el despilfarro que significaría para mi país haber traído a un orador desde tan lejos para que nadie lo entendiera.  Tranquilicé a mi compañera y le pedí que se sentara, que algo se me ocurriría. 
Procedí entonces a dirigirme  al japonés que sí hablaba inglés  y que además era muy cordial y lo invité a entrar a la cabina.  Empecé a enseñarle el funcionamiento de los botones, y cuando ya estaba familiarizado, lo convencí a que él me tradujera al oído en inglés cuando su colega comenzara a hablar en japonés, y yo entonces haría uso del micrófono para traducir eso al castellano. 
El resultado fue apoteósico: todos aplaudieron, algunos que me conocían me dijeron que no sabían que yo hablaba japonés. Incluso la sesión de preguntas y respuestas funcionó óptimamente, y el japonés “colega” me agradeció por haber aprendido un nuevo oficio.


Mery Esayag
Miembro Avinc

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