domingo, 4 de febrero de 2018

In Memoriam a nuestra ilustre Raquel Yaker Alazrachi

Hemos perdido un miembro muy importante de nuestra asociación: nuestra muy querida y apreciada Raquel.  Fue una persona cálida, cercana, incansable, perseverante, diligente, servicial.  Amiga incondicional, siempre dispuesta a brindar su mano solidaria a todo aquel que la necesitara.

Presidente de nuestra asociación en años recientes, supo entender que los tiempos cambian y las asociaciones deben hacerse flexibles para subsistir, crecer y florecer.

Nos deja su obra: el Glosario de Petróleo y Ambiente.  Texto de consulta obligatoria para todos los que trabajamos en petróleo.


Desde AVINC enviamos un abrazo solidario a toda su familia.

“Dios viene a mi en mi anochecer
con las flores de mi pasado 
frescas en SU cesto”

lunes, 18 de julio de 2016

Tips para nuevos Colegas (Parte 1)



Hace unos días, recibimos en Avinc una invitación de la Luisa Teresa Arenas de la Escuela de Idiomas Modernos, Unidad de Extensión de la Universidad Central de Venezuela para participar en la charla “Ya Culminé mis créditos...¿y ahora qué?

La charla se realizó el 12/07/2016 y por Avinc nos representaron Francesca Lo Truglio y Félix Figueroa y por nuestra Asociación hermana, CONALTI, asistió Madeleyn Turipe.

En el caso de Avinc, Francesca y Félix hicieron una consulta informal a los demás miembros para saber qué “tips” podían ofrecerles a los nuevos colegas.  Las respuestas no se hicieron esperar y muchos de nuestros miembros aportaron su granito de arena para darle una mano a los que están empezando a hacer camino en nuestra profesión.  

En esta primera entrega de Tips para Nuevos Colegas, sencillamente vamos a presentarles una lista de consejos y prometemos que iremos desarrollando cada uno de ellos en entregas futuras.

ü  Recuerden que en nuestra profesión la formación y la información deben ser una constante.  Nunca se deja de estudiar...y aprender.

ü  Elaboren su currículum vitae, es el primer paso. 

ü  Hagan networking”.  Los demás colegas pueden ser un excelente apoyo.

ü  Creen una página web propia y practiquen el “personal branding” o creación de una marca personal para tener presencia diferenciadora. 

ü  Abran un perfil en LinkedIn.  Esto les ayudará a tejer redes de colegas y a que posibles empleadores puedan ubicarlos.

ü  Aprendan rudimentos de administración de empresas.  Ustedes son su propia empresa y deben saber cómo elaborar presupuestos, facturar y calcular impuestos.

ü  Practiquen siempre las buenas costumbres.

ü  Sean humildes.  Al término de un trabajo con personalidades importantes, sepan cómo volver a su propia realidad.

ü  Abran una cuenta en PayPal.  Esto les permitirá trabajar con personas de otros países y cobrar.

Queremos agradecer de nuevo a Luisa Teresa por la gentil invitación y a Francesca y a Félix por representarnos tan dignamente.

Como “extra” les dejamos algunas fotos del evento.

Nuestros nuevos Colegas :)



Una panorámica de la sala









Francesca durante su participación






Félix durante su participación















Madeleyn durante su participación














Los ponentes con la anfitriona Luisa Teresa

miércoles, 22 de junio de 2016

CRISIS & INTERPRETERS

                       
            





THE TURNING POINT





For the purpose of this text:

A crisis is any event that is, or is expected to lead to, an unstable and dangerous situation affecting an individual, group, community, or whole society. More loosely, it is a term meaning "a testing time" or an "emergency event".”


It is useless to be an Interpreter and turn your back on reality. Crisis is there! It is true and it hurts. In no way can an Interpreter be expected to be a “yes” person. The “yes” may come from the utmost professionalism and in adherence to rigid codes of ethics. But it is far from being a heartfelt YES. And it shows.

Whenever I write for this THE AVINC BLOG which is usually in Spanish, I question myself “How can I be true to my beliefs” in such deep and troubled waters? How can I write for Avinc and still be me?

Yes. The life of an Interpreter is a Rollercoaster as I once said. With all the thrills that you can think of. But the life of an interpreter is not always glimmering. An interpreter is many times faced with its own beliefs. Values are there always. And sometimes this strict ethical framework can become destructive, no matter how thrilling it may be. You can always spare an interpreter and that is a reality. The majesty of the Interpreter is the first to go down the drain! Have you noticed? Is your soul ready for the blow?

That is the case of CRISIS for a professional Interpreter.  When you are faced with a reality that moves your most profound values and you are supposed to convey a speech that goes against your inner SELF…..that is the decision making time. It corrodes your soul, little by little, until it becomes unbearable. And so be it, you are at a Turning Point.
If you accept a job….you are hooked until it’s done. Ethics prevails, followed by silence.
But if you don’t feel comfortable with the subject matter or the speaker….please don’t do it. Principles are non-negotiable!

It is time to make a decision. You either collapse, or you become a puppet, the first being more likely. “You either ride the wave or you abort takeoff” as sad as it may sound.
As a Venezuelan Interpreter I state that I have reached the turning point. This will be my last contribution to this wonderful Blog. If I should dare write again for this blog, it will be wandering the shallow waters. I will only write to share a story or give some advice. But only after saying my truth:

Until I am certain my mind is not being “used”, I will not practice Simultaneous Interpretation.
I will remain being a member of Avinc, but I will not risk what Avinc represents. It is an honor to be an AVINC member.

And I will continue as Public/Court Interpreter because I believe in our Constitution and Equal Rights. And I owe it to my Country.

Being an Interpreter still is a lifelong University! The ride of my life!


María Elena Pérez Pardi

viernes, 11 de diciembre de 2015

La relación de poder del intérprete de conferencia como prestador de servicios





El filósofo francés Michael Foucault (1926-1984) dijo que el poder no se posee sino que se ejerce y, en la interpretación de conferencias, el intérprete no posee el poder sino que lo ejerce, no como actor visible sino como mediador en un proceso de comunicación cuyos matices van más allá de lo lingüístico.

Las palabras, los gestos, las ideas, las intenciones son sus herramientas de uso frecuente para enhebrar un discurso coherente con la infinidad de hilos semánticos que se producen después de esquilar, lingüísticamente hablando, a cada uno de los actores involucrados.

De acuerdo con las acepciones que nos brinda la vigésima tercera edición del Diccionario de la Lengua Española en línea, la palabra Poder, del latín potēre, puede significar Tener expedita la facultad o potencia de hacer algoTener facilidad, tiempo o lugar de hacer algocoloq. Tener más fuerza que alguien, vencerle luchando cuerpo a cuerpoSer más fuerte que alguien, ser capaz de vencerleSer contingente o posible que suceda algo, entre otras acepciones. El poder del intérprete, para el caso que nos ocupa, tiene más que ver con la facultad que éste tiene para controlar una posible situación de conflicto en la cual ya no es visto como mediador sino como actor.

En mi corta experiencia he visto como en segundos pasamos de ser un canal de comunicación a ser jueces con arte y parte. Por ejemplo, en la última reunión en la cual participé como intérprete me tocó la responsabilidad de dar las instrucciones relacionadas con la metodología de trabajo para la elaboración de un informe conjunto entre invitados internacionales quienes no usarían una lengua vehicular común, sino que trabajarían en tres idiomas diferentes. La logística de interpretación estaba dispuesta para trabajar en este escenario ya que había un intérprete para cada grupo y eso no representaba ningún escoyo insorteable. El problema, que además se hace cada vez más recurrente en algunos de estos escenarios, es que terminamos asumiendo el papel de anfitrión y guía logístico de la reunión. No sé si mi caso sea particular por el hecho de tener siempre un espíritu de colaborador-mediador y por conocer cómo funciona la logística y la metodología de trabajo de mi país.

Sin embargo, todo tiene un límite y es justo en ese momento cuando nuestro amigo Foucault irrumpe en la escena para orientarnos y advertirnos. Hay que ejercer el poder. Nos toca, entonces, alejarnos un poco y hacer saber que no somos los anfitriones y que no podemos asumir la responsabilidad de conducir una reunión, dar una instrucción, a veces, sugerir una modalidad de trabajo, sino que es responsabilidad del organizador. La frase “eso me lo dijo el intérprete” es una de las cosas que debemos evitar en lo que respecta a la conducción de una reunión de trabajo. Siempre seremos el eslabón más débil.

Existe, sin embargo, una forma sutil de ejercer el poder de forma positiva sin invocar la confrontación para salir de esa situación y es a través de la sinceridad, sin dejar de lado el espíritu de colaboración, marcando una posición firme pero cordial. Hay que dejar claro que no pretendemos ser, en ningún momento, un factor de perturbación sino de comodidad, de apoyo y muchas veces de amistad y concordia. Es necesario que sus interlocutores sepan que usted, intérprete, está ahí para ayudar a sortear una barrera lingüística y cultural.

Nuestro poder como intérpretes no es un poder punitivo, y mucho menos un poder bañado por el manto del ego de quien se sabe imprescindible. Por el contrario, más nos aprecian por la humildad y por el espíritu colaborador.

A los nuevos colegas, solo me resta decirles que es necesario entender el entorno de trabajo y saber cómo funcionan las relaciones de poder con nuestros propios colegas y más aún con nuestros empleadores. Aprendamos a ejercer el poder.

Por: Amarú Araujo Villegas
Traductor e Intérprete
Miembro de AVINC.

viernes, 4 de diciembre de 2015

En relación a las tarifas que Juan Pablo Sans menciona


Nota del editor: Esta entrada salió como comentario en la entrada que publicamos de Juan Pablo, pero nos pareció pertinente colocarlo como entrada aparte, ya que Maruja vive en México.

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Palabra: 0,07 – 0,10 USD/pal.

Precio por hora: 25 a 35 USD.
Precio por traducción de subtítulos: 4 USD/minuto.
Precio por creación de subtítulos: 6 USD/minuto.

Puedo hablar sobre las dos primeras. Por experiencia puedo decir que la tarifa de US$ 0,07 es baja, apenas cubre los gastos. Preferiblemente debería ser de 0,08 a 0,09 USD para que sea competitiva; la de 0,10 USD ya es alta y perderían el trabajo porque hay mucha gente cotizando. Con esta tarifa se puede llevar una vida holgada en Latinoamérica, pero no cubre los gastos de vivir en Europa, esa es otra historia.


La segunda tarifa para interpretación de 25 a 35 USD, también es baja, preferiblemente deberían comenzar en 35 a 50 USD, según el lugar donde se vaya a trabajar. Aquí en México suelen trabajar en solitario, uno por cabina y cobrar 190 USD, condiciones que yo desestimo completamente, sin embargo, hay un pequeño grupo de profesionales que cobra 300 USD/día.


Las compañías de traducción de Inglaterra, España y otros siempre tratan de que la tarifa del traductor sea lo más baja posible, llegan a ofrecer de 0,03 a 0,04 USD, además de que cuando el trabajo ha de hacerse en Trados, MemoQ, Déja Vu o cualquier otro CAT tool, frecuentemente eliminan el pago de las palabras repetidas, (algunas pagan una mínima cantidad por ellas) aunque el traductor igual tiene que ajustarlas al texto de alguna manera u otra. En otras palabras se han adueñado de esa ventaja de hacer la traducción en un CAT tool, lo cual es indebido. Argentina también cotiza precios muy bajos porque como Venezuela, tiene control de cambio. Mi experiencia es que las compañías de los EE.UU. son las que mejor pagan el trabajo de traducción.


Resulta difícil vivir del trabajo de traducción y el traductor deberá comenzar a hacerse una clientela con mucha paciencia porque como sabemos los clientes van y vienen.



Maruja Llovera, miembro AVINC

jueves, 26 de noviembre de 2015

COTUFAS, POCHOCLOS, CRISPETAS O TODAS ELLAS






COTUFAS, POCHOCLOS, CRISPETAS O TODAS ELLAS
Por el reconocimiento de la multiculturalidad lingüística

Por Amarú Araujo Villegas
Traductor e intérprete, miembro AVINC

    En estos tiempos de “globalización” o “mundialización” el aprendizaje de un idioma es un instrumento mínimo de supervivencia en un mundo “hiperconectado”. Surge, a mi parecer, una interrogante tanto para profesores como para aprendices ¿cuál español debo enseñar/aprender? En un nivel gramatical podríamos encontrar un grado de coincidencia aceptable; sin embargo, para la adquisición de vocabulario las cosas pueden cambiar debido a las variantes del español. Una actividad tan cotidiana como ir al cine puede transformarse en una clase magistral de español latinoamericano al momento de comprar palomitas de maíz (nombre más común en español). En Venezuela las llamamos “cotufas”, en Argentina “pochoclos”, en Perú “canchita” o “canchita blanca” y adoptan el término anglosajón “pop corn” del mismo modo que en Panamá, en donde también las llaman “pro con” probablemente por una dificultad fonética, mientras que en Colombia adoptan el nombre de “crispetas”.

    Los ejemplos antes citados son una pequeña muestra de la gama de términos por aprender en las variantes del español, y digo variantes del español porque se habla del español de España, español de Venezuela, español de Argentina, entre otras. Cada una de ellas tiene una carga cultural y ancestral que no debe quedar de lado. Así, nos adentramos en el multiculturalismo lingüístico que suele ser más importante que el propio bilingüismo, ejemplo de ello son los dichos y refranes que muchas veces no comprendemos, incluso en los propios países de habla hispana. Para los traductores estos factores multiculturales pueden ser un obstáculo difícil de superar, mas no imposible; basta con dedicarse a comprender las estructuras lingüísticas y los regionalismos o localismos propios de cada país, en este caso de habla hispana, para llegar a soluciones adecuadas a la realidad del público destinatario.

   Un profesor o alumno nunca debería decir que tal español es mejor que otro, ya que decir esto sería desconocer la cultura de una comunidad lingüística. En Venezuela, como en muchos otros países latinoamericanos, aún se preservan las voces indígenas, así como una gran influencia de términos extranjeros que acaban por “venezolanizarse” y por ende a formar parte de nuestro español. Ya algunos de nuestros platos típicos, entre otros términos, figuran en el Diccionario de la Real Academia Española el cual, resulta imperativo hacer la acotación, no es el libro todopoderoso de la lengua española, sino una recopilación de palabras en español estadísticamente más usadas dentro de las variantes del español. La falsa creencia de que “si no aparece en el diccionario, no existe” ha hecho que nuestra cultura lingüística quede en desuso y terminamos adoptando palabras como “implementar” que en realidad proviene del inglés “implement” y acabó por españolizarse e incluirse en el diccionario, dejando de lado sus primeras acepciones como “realizar”, “llevar a cabo”, “efectuar”, “ejecutar”, “cumplir”.  

    Mi respuesta a la interrogante planteada al principio sería simplemente enseñar español y crear conciencia en el alumno sobre el hecho de que las variantes están allí y en muchos casos están a la espera de ser descubiertas para resurgir de las sombras y ganar el reconocimiento que merecen.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Sombra de Paraíso - El nuevo libro de nuestra colega Claudia Sierich

Palabras del poeta, crítico y erudito literario Alfredo Chacón en la presentación del reciente libro de Claudia Sierich, Sombra de Paraíso (OT Editores, 2015), dichas en Lugar Común el pasado domingo 8 11 y publicadas en el diario venezolano El Nacional el 13 11.

Claudia Sierich es miembro de Avinc desde 1989. 
"En este acto convocado para acompañar el bautizo de Sombra de Paraíso, el nuevo título de la poeta Claudia Sierich, deseo resaltar los rasgos de este libro que despertaron y sostuvieron mi interés durante la lectura de sus casi cien páginas.
Me refiero a la compleja y exigente decisión de, primero, asumir la traducción en cuanto actividad esencial de la cultura y desafío a la experiencia, el pensamiento y la imaginación de quien decide abordarla por su cuenta y riesgo; segundo, incorporar el acontecimiento mismo de la traducción a la contextura verbal del poemario, como una de las corrientes de toda su escritura y, en algunas de sus instancias, como único caudal navegable; tercero, singularizar a ciertas palabras alemanas junto con su eventual equivalencia en la lengua española; y cuarto, mantener vigente su pregunta por la especificidad de la traducción; pero no en cuanto definición conceptual o parte del catálogo de las profesiones, sino, precisamente, a propósito de las posibilidades y dificultades de acercamiento entre los idiomas español, alemán y francés.
Dicho esto, me autorizo a presuponer que incluso unas indicaciones tan someras como las que acabo de hacer pueden bastar para alertar al futuro lector acerca del importante asunto que en este libro, literalmente, se ventila. Mientras tanto, me complazco en anticipar ante ustedes que el asunto en cuestión es la relación más general y fundamental concebible entre poema y experiencia. O, dicho más concretamente: entre la experiencia de escribir el poema y cualquier otra experiencia, la cual en el presente caso es nada menos que el acto de traducir, de trasladar palabras de un idioma a otro. Quiero decir, de transponer entre dos idiomas los signos, significados, ritmos y sentidos que determinadas palabras, configuradas en una lengua como un poema, pasan a configurar otro poema en otra lengua.
Es un asunto que en Sombra de Paraíso está presente no solamente por el amplio espacio textual que ocupa, sino también gracias a la radicalidad del punto de vista que lo aborda. Y ambas cosas referidas, sea a la poesía en cuanto tal, como ocurre apenas comenzado el libro, cuando la voz que en él habla dice: “Los espacios que me provee el poema se abren allende toda determinación”; o con respecto a la desafiante plenitud del lenguaje, perspectiva que unas veces le revela que “a veces avanzo por zonas en las que no sé en qué lengua ando”, o “debes saber alejarte de cada lengua, si quieres hacerlo.”
Y por supuesto, es sobre todo el asunto cuya potencia interrogativa se ejerce hacia y desde la desafiante experiencia de acometer la traducción. Es decir, como lo dicen sus propias palabras: “Hacer que una lengua brote de lugar, en otra”; o “El programa temporal necesario para traducir no encaja con otros cronogramas”; o, lo cual es aún más difícil de satisfacer mediante una respuesta consideradamente admisible: “¿(Cómo) se honra una traducción de poesía?”. En todo caso, es la posibilidad o lo imposible de la obra lo que en la presente experiencia poemática de Claudia Sierich está debidamente en juego. Quiero decir, lo que está dicho en estas sus palabras: “Colocar el tiempo en obra. Obrar en el tiempo con/sentido. Porque también el tiempo se consiente.”
En fin que, como desde el primer momento he querido decirles, estamos ante un libro de esos que no son muy frecuentes en la poesía que sigue predominando en Venezuela y los otros países latinoamericanos. Un libro que no solamente se fundamenta en una conciencia suficientemente experimentada de los problemas que la creación poética de este siglo debería plantearse, sino que asume felizmente la osadía de tomar los propios materiales del trato con la poesía y con la lengua como materia prima y principio de la verbalización poética. Un libro que, para colmo de mérito, quiso y pudo responder a la doble y única experiencia de su autora: la persona que bajo el nombre de Claudia Sierich vive de ejercer la doble vocación de poeta y traductora, según el caso más o menos simultánea."